martes, 8 de septiembre de 2009

A.A. : Apáticos Argentinos


Los argentinos tenemos una grave carencia como sociedad. Una carencia que eterniza de una manera cruel y voraz el atraso y el estancamiento socio-económico. Una carencia que permite un caldo de cultivo de corruptos y sinvergüenza. Una carencia que, en resumen, puede ser la causa de todos nuestros males. Esta carencia, no es mas ni menos que la apatía.
Probablemente, mucho habrá profundizado esta carencia el Proceso, con el "no te metas", haciendo que la población se recluya en temas que no excedan lo cotidiano y lo mundano, priorizando temas que rozaban - y excedían- lo banal. Así, en esos tiempos el fútbol era -y debía ser- una prioridad para los hombres, para las mujeres, las conversaciones de peluquería sobre el nuevo novio de la vecina de la otra cuadra eran la ocasión de mayor injerencia en la sociedad.
Cayó la dictadura, Alfonsín, democracia, libertad de expresión. ¿Y la apatía? Igual. O casi. El desprecio y desinterés por la política, lo público y las decisiones que nos afectan a todos como conjunto fue evidente. El pensamiento " los políticos son todos chorros, ladrones y corruptos" se arraigó de una manera tan fuerte en la mentalidad argentina que enorgullecería a cualquier anarquista. A tal punto que cuando llegó el menemato, y el conocimiento público de una corrupción que se hacía mas que evidente, la población , viendo años de bonanza económica ,pareció tranquilizarse diciéndose a sí misma que "roban, pero hacen". Es decir, una total despreocupación por la conducta de quienes nos representan , sumados a una subestimación de un mal que tanto nos aflije como la corrupción.
¿Y hoy en día? Con un gobierno que trata de endulzar a los ciudadanos con "fútbol gratis", que amedrenta cualquier proyecto que solucione los gravísimos problemas que nos agobian - pobreza a niveles alarmantes, estancamiento económico, medio ambiente en peligro con mamarrachos como el veto a la ley de glaciares- los argentinos nos quedamos rezagados, apáticos nuevamente, frustrados, dejándonos que nos mojen la oreja, descreyendo de la política y , lo que es peor , de la democracia y de la república.
No podemos negar que este panorama es desolador. Sin embargo, y afortunadamente, hay luces al final de tanta oscuridad ; luces que indefectiblemente tornarán el panorama oscuro y aterrador actual , por uno reluciente y ameno, como el que realmente merecemos.
Estas luces son :
*el acompañamiento de la ciudadanía al sector más productivo de la economía nacional, el campo, en la lucha por la defensa de sus legítimos intereses contra el ultraje concentrador de los Kirchner.
* La desconfianza al gobierno actual, manifestada tan abiertamente en las últimas elecciones.
* La existencia de campañas emprendedoras por parte de particulares ( como Greenpeace en el caso de la ley de glaciares) que demuestran una mayor participación de gran parte de la población.
* La presencia de jóvenes emprendedores que demuestran que la salida de argentina está en ellos y en su capacidad e ingenio. Demuestran, en definitiva , que hay una salida a nuestros problemas, y que serán quienes los respalden los que merecen la confianza perdida de la ciudadanía, y con esta, la apatía será un problema del pasado.
Sin dejar de apelar a la responsabilidad ciudadana ( que en última instancia es siempre individual) considero que podemos llegar alto. Mucho más alto de lo que estamos ahora. No sólo podemos, debemos. Es hora de que el nuevo cambio político ( el que se dio en Junio ) comprenda esto. Serán ellos los que decidan si el cambio comienza ya, o si nuevamente tendremos que conformarnos con una sociedad mayormente pesimista, y con apatía.

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